Guía RGPD del derecho al olvido: ¡controla tus datos personales!
Todos los ciudadanos europeos tenemos el derecho a acceder, rectificar, suprimir (“derecho al olvido”), oponernos, limitar o transmitir nuestros datos personales. Así queda recogido en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
El derecho de supresión, cuando se ejerce en internet, toma la forma del “derecho al olvido”. Gracias a un caso español (“Mario Costeja”, 2014, TJUE), la eliminación de nuestra información digital no se haría como tal en las páginas web, sino que se desindexarían los enlaces (url) en los motores de búsqueda. En el caso de Google, la eliminación de datos no es sistemática sino que se pondera en base a los intereses personales y la libertad de expresión.
¿Qué es el “derecho al olvido”?
El artículo 17 del RGPD define y acota el “derecho al olvido”:
- “El interesado tendrá derecho a obtener sin dilación indebida del responsable del tratamiento la supresión de los datos personales que le conciernan {…}”
La legislación española, a través de la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales (LOPDGDD), precisa los aspectos digitales del “derecho al olvido”:
- “Toda persona tiene derecho a que los motores de búsqueda en Internet eliminen de las listas de resultados que se obtuvieran tras una búsqueda efectuada a partir de su nombre los enlaces publicados que contuvieran información relativa a esa persona cuando fuesen inadecuados, inexactos, no pertinentes, no actualizados o excesivos {…}
- “Toda persona tiene derecho a que sean suprimidos, a su simple solicitud, los datos personales que hubiese facilitado (también por terceros) para su publicación por servicios de redes sociales y servicios de la sociedad de la información equivalentes.”
En suma, el derecho al olvido es la capacidad de cualquier persona física para requerir al responsable de un tratamiento, previa solicitud, la supresión sin demora de los enlaces que dirigen a sus datos personales.
Aunque análogos, la diferencia fundamental entre el derecho al olvido y el derecho de supresión reside en la manera de eliminar nuestros datos personales. El derecho de supresión permite “borrar” la información personal de ficheros analógicos y digitales mientras que el derecho al olvido, por cuestiones técnicas, solo desindexa los enlaces que conducen a nuestros datos.
¿Cuándo podemos “borrar” nuestros datos personales?
Una vez hecha la petición de olvido, la LOPDGDD recoge una serie de supuestos bajo los que es obligatorio eliminar los enlaces a nuestros datos:
- Prevalencia de los derechos digitales e individuales sobre el mantenimiento de los datos.
- La información relativa al interesado es inadecuada, inexacta, no pertinente, no actualizada o excesiva, o ha devenido así con el paso del tiempo.
Desde el momento de la petición, el responsable del tratamiento tendrá un mes como máximo (ampliable en casos complejos o solicitudes simultáneas) para dar una respuesta positiva o negativa a través de la misma vía.
- En caso positivo, el responsable también deberá asegurarse, “teniendo en cuenta la tecnología disponible y el coste de su aplicación, de adoptar las medidas razonables para informar a los responsables que estén tratando los datos personales de la solicitud.”
- En caso negativo, se puede recurrir la decisión ante los tribunales.
- En caso de considerar la demanda como no atendida o quedar insatisfecho con los resultados, se puede interponer una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Límites y excepciones del “derecho al olvido”
El derecho al olvido no es absoluto y, según queda recogido en el RGPD, tiene algunos límites y excepciones que conviene recordar:
- Ejercicio de la libertad de expresión e información.
- La información es útil por razones de interés público.
- Para el cumplimiento de una obligación legal que requiera el tratamiento de datos impuesta por el Derecho de la Unión o de los Estados miembros.
- Por razones de interés público en el ámbito de la salud pública
- La finalidad de los datos personales es la investigación científica, histórica o estadística.
- Para la formulación, el ejercicio o la defensa de reclamaciones.
¿Cómo ejercer el derecho al olvido?
Lo primero es enviar una solicitud al responsable de tratamiento, empresa o motor de búsqueda del que queramos eliminar nuestros datos personales. La información que debemos incluir es la siguiente:
- Enlaces sobre los que se quiere ejercer el “derecho al olvido”.
- Razones que lo justifican
- Identidad del interesado
- Fecha, lugar y firma
Google, por ejemplo, pone a disposición de los usuarios un formulario de solicitud de retirada de datos personales. En caso de contactar con una empresa o responsable de tratamiento, es mejor identificar los datos concretos del departamento de protección de datos. Esta información se encuentra en las políticas de privacidad (en la parte inferior de las webs) y suele incluir una dirección de correo electrónico y otra postal.
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