
Las intrusiones fraudulentas en los sistemas informáticos y sus consecuencias (robo de datos, malversación de fondos, bloqueo de sitios web, etc.) constituyen un verdadero peligro para las empresas de todos los tamaños. Más de un tercio de las empresas francesas de menos de 250 empleados ya han sido víctima de ciberataques. El 80% de ellos no tienen todavía sistemas de seguridad efectivos.
Frente a un ciberdelito cada vez más inventivo, la protección de los datos digitales se ha convertido en una necesidad absoluta y un imperativo nacional a medida que se intensifican la ciberguerra y el ciberespionaje. Desafortunadamente, las auditorías de seguridad informática ya no son una opción.